No pude dejar de fotografiar esta placa, donde se da la etimpología del nombre del pueblo. Porque soy medio lingüísta, si, porque me gustan las palabras... también...pero sobre todo por los hermosos días que pasé en este pueblo.
Como todos los pueblos Ixmiquilpan tiene iglesias...
Algunas como ésta, con un hermoso parque donde refrescarse del calor de la tarde.
tiene un hermoso monumento de la Diana Cazadora...con palomas...
Y su fuente. tiene mucha gente paseando por las tarde, cenando bajo sus arcos y como era la fiesta de muertos, su plaza principal, tiene su tianguis de artesanías, ese blanco, que se ve al fondo.
Ixmiquilpan tiene una biblioteca pública...me pueden decir como cualquier otro pueblo.
Pero frente a ella, hay un monumento a la literatura, en la figura de Don Quijote y Sancho.
Por si esto fuera poco, Ixmiquilpan tiene un río...
Con árboles añosos,
Un paseo costero, para caminar, correr o sólo disfrutarlo.
Puentes para cruzarlo,
Y espacios llenos de misterio.
Ixmiquilpan tiene un parque ecoturístico, a dos o tres calles del centro.
En su interior se encuentran hermosos senderos,
Un lago,
Y también un engendro de zoológico, que por respeto a mis hermanos no humanos, no quise fotografiar.
Pero no termina todo aquí. Hay mucho que me falta por ver, por eso quiero volver a Ixmiquilpan. Pero antes de despedirme, quiero mostrar dos cosas. Primero la organización de los antiguos pueblos, que no por ser antiguos, ´dejan de tener presencia, en el Ixmiquilpan de hoy.
No voy a decir nada, más que destacar su presencia y su organización, porque debo investigar más sobre quienes eran los antiguos habitantes de este pueblo.
Pero voy a mostrar algo, sólo una mínima parte de sus riquezas naturales.
El rio en Tolantongo, con su color turquesa, propio del agua rica en minerales.
La entrada hacia las pozas, que me faltó recorrer, sólo porque mis afanes de investigación, morían en este hermoso río de aguas azules, donde pasaba largas horas del dia.
Y un poco del árido paisaje del entorno. Así de árido y triste quedaba yo al despedirme, de Tolantongo, de Ixmiquilpan, de una niña hña-hñu que me regaló la más espontánea y abierta sonrisa, que alegró mi mañana, y me hizo querer volver, una vez más, muchas veces a este pueblo de Hidalgo.
Ixmiquilpan queda en el Estado de Hidalgo, a dos o tres horas de la ciudad de México. Para ir en Autobús, se sale de la Central del Norte y se llega directamente. Yo personalmente soy una enamorada de Hidalgo, por sus paisajes, por sus aguas termales, pero muy especialmente por su gente, que espero tener la oportunidad de hacerles conocer.
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